Tintín El secreto del unicornio

Tenía muy pocas expectativas esta película, tan pocas que he tardado cuatro años en animarme a verla. Y no es porque me pareciera mala, el recelo que le tenía era debido a los anuncios en los que se podía ver una acción frenética que no encajaba nada en el estilo de Tintín.
Pero bueno, al fin me animé a verla y la verdad es que los primeros minutos me gustaron.
El cameo de Hergé es un detalle muy bonito para los fans y para el propio autor, es algo que agradecí profundamente. La recreación del mundo es notable, las calles, los vehículos, los personajes, la casa de Tintín, en la cual el lector de cómics reconocerá muchos guiños a las viñetas, todo ellos está sacado directamente de las páginas de los cómics.

Incluso la primera mitad de la película es un calco de El secreto del Unicornio y El cangrejo de las pinzas de oro, mezcla escenas de ambas historias con cierta habilidad y el resultado es positivo, especialmente en la estética.

Hasta aquí lo bueno. Ahora paso a comentar lo malo.
Hay un punto en la película, mas o menos a la mitad, en la que se nota que Peter Jackson y Steven Spielberg han dicho “vale, ya tenemos contentos a los fans, ahora fiesta”, y la convierten en una sucesión de escenas de acción aparatosa, inverosímil, innecesaria, excesiva y que no tiene absolutamente nada que ver con los cómics ni con su espíritu.
Este tipo de acción ya me tenía mosqueado en la primera mitad, en las escenas en las que Milú persigue al gato, a los secuestradores de Tintín y más tarde durante la huida del Karaboudjan.
Era una acción demasiado frenética para Tintín, todo sucedía demasiado rápido y no acentúa lo suficiente los momentos que estaban sacados del cómic.
Esto puede parecer poco importante, pero cuando se trasladan las viñetas al cine es primordial conseguir el mismo efecto que en el papel, y no atenerse solo a la fidelidad estética.
Por desgracia eso es lo que le ha ocurrido a Tintín El secreto del unicornio. Todo es demasiado rápido, no me dejó saborear el momento, no me permitió disfrutarlo, los gags y las secuencias se suceden sin pausa y eso estropea el efecto, lo que en el cómic está diseñado para dedicarle diez segundos en la película ocurre en tres.
Esto respecto a la primera mitad, la que mantiene una buena fidelidad a la historia y la estética.

En cuanto a la segunda mitad… bueno, cuando vi la escena de Tintín y Haddock persiguiendo al halcón en un sidecar sentí como moría una parte de mi infancia. y mejor no digo lo que pensé de Peter Jackson cuando vi la escena de las grúas.
Esto puede parecer una exageración por mi parte, pero os aseguro que cuando la película se alejó tanto de lo que es realmente Tintín me sentí muy mal. Me sentí mal porque Spielberg y Jackson tenían las herramientas para hacer algo muy bueno, de hecho solo tenían que mantenerse como en la primera parte y retocar un par de detalles, como el abuso de los primeros planos y la mareante cámara, cuya única razón de ser es la de justificar el suplemento 3D.
Pero en lugar de eso se han entregado a la acción más grosera y vulgar, ignorando el fondo adulto y realista que tienen las historias de Tintín, y eso me ha molestado.

Y añado que ni siquiera los personajes están bien.
El Tintín de los cómics no tiene cara de niño, tiene una edad indeterminada, pero la cabeza redondeada y los ojos grandes que tiene en la película le dan un aspecto muy infantil.
Y Haddock. pobre capitán Haddock. le han quitado su carácter y su mala uva a la hora de insultar, lo han convertido en un alcohólico patético que me provocó más lástima que risa.
Hay muchas más cosas de los personajes que se han cargado, pero ahí ya entra mi fanatismo friky de los cómics y tampoco quiero profundizar en eso.

En resumidas cuentas.
La primera parte tiene detalles muy buenos, pero la acción estilo Michael Bay y la falta de profundidad de la historia y los personajes me han sentado como una patada en la boca.
Así que le pongo un 1/10, y porque no le puedo poner menos.
Si quiero ver un Tintín en tres dimensiones me pondré las películas de acción real de principios de los 60, supieron captar mucho mejor el universo de Hergé.