domingo, 10 de julio de 2016

Análisis de Batman v Superman Dawn of Justice Ultimate Edition

A pesar de lo que pueda parecer a simple vista, Batman v Superman esconde una compleja lectura detrás de su guión, el argumento en sí es sencillo, pero es que la película no trata sobre una historia, trata sobre sus personajes. De modo que en este análisis voy a hablar sobre sus protagonistas, y a través de ellos de la película.

“Hubo un tiempo previo, un tiempo anterior, en el que las cosas eran perfectas, puras como diamantes.”
La película arranca con el asesinato de los Wayne y su entierro, es una escena que ya conocemos todos, pero aquí adquiere otro matiz y no se limita a contar el origen de Batman, sino también a definirlo.
Snyder crea a modo de introducción una escena en la que intercala la muerte de los Wayne con su funeral, mientras la voz en off de Bruce Wayne nos cuenta lo perfectas que eran las cosas cuando sus padres vivían, y que cuando esas cosas se rompen no se pueden reconstruir. 

La escena intercala la muerte de Thomas y Martha Wayne con Bruce corriendo por el bosque, y ahí es donde la marca la diferencia con todas las versiones anteriores.

En el momento que el atracador dispara a Thomas Wayne vemos a Bruce caer en la oscuridad, la oscuridad literal de la cueva que será su guarida, y la metafórica en la que vivirá el resto de su vida.
Cae lentamente, el abismo parece no tener fin, pero lo tiene. Cuando el atracador dispara a Martha Wayne es cuando Bruce toca fondo. Es cuando aparecen los murciélagos. Es cuando nace Batman.

Bruce creía que luchando contra el crimen superaría la muerte de sus padres, que los murciélagos le llevaban hacia la luz, pero todo era una bella mentira, Batman solo le sirve para recrearse en su dolor.

Eso nos lleva directamente al Bruce Wayne actual, uno que lleva años peleando, que aún no ha superado la muerte de sus padres, y que siente que a pesar de todos sus esfuerzos ha fracasado en su cruzada contra el crimen. Un Bruce Wayne que ha dejado de actuar como Bruce Wayne y se ha convertido definitivamente en Batman, actuando como tal incluso sin su traje. Toda la frustración acumulada a lo largo de los años le desborda cuando los kryptonianos hacen acto de presencia, la destrucción y las muertes provocadas por los alienígenas hacen que Bruce Wayne canalice toda esa rabia hacia Superman, ve en él la amenaza definitiva para la humanidad, pero también una forma de redimirse de sus fracasos y marcar una diferencia real.
Batman disfrazado de Bruce Wayne, viendo su verdadera apariencia en el reflejo. Mirando fijamente a la oscuridad, mientras la oscuridad le devuelve la mirada.
“Así es como empieza…”
Solo Alfred se da cuenta de que a Bruce se está dejando llevar por la rabia, y le advierte en más de una ocasión de que está tomando el camino erróneo.

Este Alfred, claramente inspirado en el de Batman Tierra Uno, es un detalle importante de la película, no es un criado que espera a Bruce toda la noche con la cena preparada, es un amigo, un consejero que participa activamente en su lucha contra el crimen.
La relación entre ellos dos se plasma muy bien cuando es Bruce el que le sirve una taza de café a Alfred, o cuando Alfred discute con Bruce sobre Superman y los peligros que supone.
La actitud de Alfred no es de sumisión frente a su “amo”, sino de responsabilidad y compromiso en la guerra que están librando contra el crimen, acata las decisiones de Bruce, pero deja constancia de su opinión al respecto.

















“¿Por qué has dicho ese nombre?”
Llega el esperado encuentro entre los dos superhéroes y tiene lugar el momento “Martha”.
Esa escena tan criticada, tan deus ex machina e incoherente.
¿O no?
Partiendo de lo visto anteriormente (el trauma de Bruce con la muerte de sus padres, toda su rabia dirigida hacia Superman…), no resulta tan insólito que Batman reaccione con furia a una frase que él relaciona directamente con el asesinato de su madre, el instante que cambió su vida para siempre, su único punto débil, el momento que en el que Bruce Wayne dejó de ser Bruce Wayne y se convirtió en Batman.

Lois explica que Martha es la madre de Superman, y entonces es cuando Batman se da cuenta de todo, de que Superman no era el ser insensible que había imaginado, de que es capaz de sentir compasión, de que tiene una parte humana, una madre y una mujer que le quiere.
Y de que Alfred tenía razón, la rabia y la impotencia le habían vuelto cruel, le habían hecho desviarse de la verdadera lucha.

Con el plan de Luthor en marcha y la madre de Superman en peligro, Batman tiene que formar equipo con Superman para hacer frente a una nueva amenaza, una colaboración circunstancial que no tiene nada que ver con la amistad inquebrantable que mencionan los que critican la escena.

El cambio definitivo de Batman llega al final, cuando Superman se sacrifica para salvar a la humanidad.
Al igual que con los murciélagos de la cueva, Bruce es guiado hacia la luz, pero no por un sentimiento de venganza o castigo, sino por uno de responsabilidad y sacrificio. Ve que Superman no lucha por sí mismo, Superman actúa por y para la humanidad, vive y muere por nosotros sin esperar nada a cambio. En esa generosidad Batman encuentra el camino a seguir, encuentra la verdadera luz que le lleva a crear la Liga de la Justicia.

















“Nadie conserva la bondad en este mundo”
Lo de Superman también tiene su miga.
El desarrollo de Superman se basa en dos dilemas. Dos conflictos con los que tiene que lidiar.

El primero es consigo mismo, lo que es y lo que debería ser, lo que supone para la humanidad la aparición de un superhombre. El concepto de Superman.

El segundo es con Batman y su forma de actuar, un conflicto ético.

Y es por este por el que voy a empezar.

Clark empieza a oír hablar de Batman, el vigilante extremadamente violento que impone su propia ley, en este punto el hombre de acero tiene una visión algo ingenua del bien y el mal, y la forma de actuar del caballero oscuro le resulta inaceptable, ve el dolor que deja tras de sí (todo ello preparado por Luthor) y se ve obligado a actuar.
Pero cuando intenta hacer algo al respecto como periodista, Perry White le dice que se olvide del tema.
“-Tú antes tenía principios Perry” le dice Clark
“-Y tú también podrías tenerlos si estuviéramos en 1938, pero no lo estamos.”
El significado es obvio. Las cosas ya no son tan sencillas como en los cómics de los años 30 y 40 (Superman nació en 1938). Los malos no llevan la palabra gangster escrita en la cara, los buenos no siempre son inocentes, las cosas han cambiado, los tiempos han cambiado; ahora la frontera entre el bien y el mal está más difuminada que nunca, Perry sabe esto, sabe que Batman es una consecuencia de esa ambigüedad moral.

Al no poder actuar como periodista, Clark actúa como Superman. Se enfrenta a Bruce y le advierte que renuncie al murciélago. Batman no solo no le hace caso, sino que además tiene los bathuevos de amenazar a Superman a la cara.

Solo cuando se ve obligado a elegir entre dos malas decisiones, dejar morir a su madre o matar a Batman, Clark entiende a Bruce; se da cuenta de que eso fue lo que le pasó, de que tuvo que vivir algo parecido (la muerte de Robin) y eso le transformó y le convirtió en la persona violenta que era.
“Nadie conserva la bondad en este mundo le dice a Lois mientras se eleva para ir a su encuentro con el Caballero oscuro.


















Y luego está el dilema de Superman consigo mismo y la percepción de dios que tienen de él.


La única guía de Clark fueron las enseñanzas de su padre terrestre, que lo educó para que fuera consciente de la responsabilidad que conllevan sus poderes, para que los usara correctamente llegado el momento y se convirtiera en el salvador de la humanidad, en su dios.
Pero Clark no es un dios, es imperfecto; no puede estar en todas partes ni controlar las consecuencias de sus actos. Tampoco pretende estar por encima de los hombres, “me entrego a la humanidad” dice en una escena clave de Man of Steel. Por eso comparece en el capitolio para responder por lo ocurrido en África a pesar de no tener ninguna responsabilidad, detalle a destacar cuando entra en el capitolio a pie y abre la puerta en lugar de pasar por encima volando, una forma simbólica de atenerse a las leyes humanas.
Por eso cuando la bomba explota se vuelve indeciso y vulnerable, se cuestiona a sí mismo y si sus buenos actos compensan las desgracias que provoca a la humanidad, “Superman no existe, es solo el sueño de un granjero de Kansas” le dice a Lois antes de retirarse a las montañas, donde tiene la visión de su padre.

















En esa visión Jonathan Kent le cuenta que, cuando era pequeño, hubo una inundación, y tuvo que trabajar con su padre toda la noche para contener el agua y salvar su granja. Más tarde se enteró de que al contener el agua la desviaron a una granja vecina y que sus animales se habían ahogado.
Habían hecho algo bueno, habían conseguido salvar su granja, habían hecho algo heróico, pero al hacerlo habían condenado a sus vecinos. Superman entiende que no puede controlarlo todo, que por mucho que haga siempre habrá algo que se le escape, siempre habrá vidas que no podrá salvar, que lo único que puede hacer es actuar como mejor considere en cada momento. 
Llega entonces la lucha final contra Doomsday. 
La Trinidad apenas puede contener el monstruo creado por Luthor; Wonder Woman se defiende, pero no puede matarlo, y Batman apenas puede esquivar sus ataques.Superman hace un último sacrificio por su mundo y muere para salvar a la humanidad. Todo lo referente a Superman está lleno de referencias a Jesucristo, la más evidente es cuando Batman baja su cuerpo sin vida de los escombros, con delicadeza, envuelto en su capa como si fuera un sudario, como Jesucristo al bajarlo de la cruz. Snyder remata el momento con una estampa final del cuerpo de Superman en los brazos de Lois (María Magdalena), custodiados por Wonder Woman y Batman (los apóstoles).
En ese aspecto hay alguna queja también, a algunos no les gustan los paralelismos entre Jesús y Superman. A mí me parece muy adecuado, a fin de cuentas los superhéroes son una versión moderna de las mitologías antiguas. O al revés (para aquellos que se sientan incómodos con el tema religioso), los dioses son los superhéroes de la antigüedad.

“Y ahora Dios se postra ante mí”  















Este Luthor ha sido otro punto muy criticado de BvS. Su histrionismo no encaja para nada con el Lex Luthor de los cómics, y aunque no me ha gustado su personalidad me siento en la obligación de defenderlo, porque no es tan malo como nos quieren hacer creer.
Primero porque no es el Lex Luthor que conocemos, es Lex Luthor Jr. y eso da margen para ciertas licencias. Y segundo, porque detrás de toda esa teatralidad he visto destellos del Luthor original.
Lex es la representación del superhombre de Nietzsche, es el hombre que ha superado a Dios y es dueño absoluto de sí mismo. Esas convicciones se ven amenazadas al ver al todopoderoso encarnado en Superman, de ahí que busque desacreditarlo, demostrar su imperfección, convertirlo en un fraude a ojos de la sociedad (algo similar a lo que pretendía el Luthor de Azzarello) y al mismo tiempo reivindicar su superioridad ante el hombre de acero.
Luthor no solo ve en Superman una amenaza para sus convicciones, al ser adorado como un dios también lo es para la independencia de la humanidad. Ve en él una especie de error de la creación. Superman no es un dios ni un ángel, es un demonio.
Por eso no es suficiente con destruirlo, quiere denigrarlo, demostrarle a todos que Superman no es un dios al que adorar sino una mentira, corrupción escondida tras una falsa superioridad moral.

“No odio al pecador, odio el pecado. Y el tuyo es existir”

Una de las características que definen a Lex Luthor es su arrogancia y soberbia, es alguien acostumbrado a ganar, tiene demasiado ego como para permitir que alguien le haga la contraria.
En una escena la senadora Finch le dice a Lex que no permitirá la importación de kryptonita, y le deja claro que lo tiene calado desde el principio. El gesto de Luthor pasa de ser amigable a ensombrecerse, se transforma en el Luthor siniestro que hará cualquier cosa para salirse con la suya.















En ese aspecto el papel de la senadora Finch es importante, se ve obligada a mediar entre el peligro potencial de Superman y la salvación que ofrece, sabe que las medidas preventivas contra el hombre de acero pueden crear un problema antes que solucionarlo, y por ese motivo no aprueba la “bala de plata” que propone Luthor.
A todo esto hay que sumar el debate que genera la existencia de Superman. Han pasado 18 meses desde el ataque de Metrópolis; la sociedad, el mundo, es plenamente consciente de la existencia del hombre de acero y eso provoca todo tipo de reacciones.
Al igual que con Luthor, la aparición de Superman cuestiona las convicciones de una sociedad moderna. Pone en duda la prioridad del ser humano en el universo, como dice un comentarista de televisión (guiño a TDKR). Bajamos de la cima de la pirámide evolutiva que siempre hemos encabezado y pasamos a un segundo plano, eso provoca miedo y rechazo a Superman, pero también respeto y admiración.
La película está llena de momentos que cuestionan el concepto de Superman.
Desde el líder terrorista al que entrevista Lois Lane (“los hombres con poder no acatan la política, ni los principios (…) nadie es diferente, nadie es neutral”) hasta los mencionados tertulianos de televisión

Al tratarse de un ser superior ¿deberíamos esperar que se atenga a las leyes humanas?
Si es una alteración del orden natural ¿deberíamos impedirle actuar, aunque sea para salvar vidas?
¿Puede Superman ser bondadoso si el poder corrompe?
¿Si Dios es tribal puede Superman mantenerse neutral, puede ser el Dios de todas las culturas?
¿Pueden la virtud y el poder existir al mismo tiempo?
¿Hasta qué punto tiene razón Bruce al decir que si existe un 1% de posibilidades de que se convierta en su enemigo deben tomarlo como una certeza?

Son cuestiones que la película plantea constantemente, preguntas que invitan a la reflexión sobre qué es y qué debería ser Superman.

Pero dejando eso al margen, al final la película trata de la parte más vulnerable de sus personajes: sus miedos.
El miedo de la sociedad al sentirse indefensa ante un ser superior, del miedo de Batman a no poder marcar una autentica diferencia en su lucha contra el crimen, el miedo de Superman de no estar a la altura de lo que se espera de él, el miedo de Luthor al sentirse superado física y moralmente.

Batman v Superman una de las películas que mejor aborda el tema superheroico, el concepto del superhéroe más allá de los ideales y las buenas intenciones, todo ello sin dejar de ser un homenaje a los cómics y a los fans.
Zack Snyder demuestra una vez más su pasión por las viñetas y lo hace en cada escena, en cada plano de la película. No solo en los easter eggs, que son muchos, sino también en la forma de tratar a los personajes, en el respeto y la comprensión hacia dos iconos del siglo XX como son Batman y Superman.

Solo queda esperar el estreno de Justice League para ver cómo evoluciona este nuevo universo DC, espero que cuando se pueda apreciar en conjunto la gente empiece a valorar mejor Batman v Superman.



















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