jueves, 28 de agosto de 2014

Mi reflexión sobre los comentarios de Frank Miller sobre las adaptaciones de Batman

"Cuando la gente sale de películas sobre personajes sobre los que yo he trabajado, siempre les odio. Tengo mis propias ideas sobre cómo son los personajes que creo, no puedo ver una película de Batman, entre otras cosas por eso. Aunque he visto trozos, pero entera no, porque en general creo que no es el Batman que yo he creado".

Es lo que piensa Frank Miller sobre las adaptaciones del caballero oscuro realizadas hasta la fecha.
No hace falta decir que a los fanáticos de Nolan les ha faltado tiempo para despotricar contra el guionista.
En su mayoría armados con el argumento de que la trilogía de Nolan contiene múltiples referencias a Batman Año uno y El regreso del caballero oscuro.

Yo, a pesar de ser defensor del Batman de Tim Burton y de la nueva adaptación de Zack Snyder, admito que estoy de acuerdo con Frank Miller.
Ninguna de las adaptaciones que hemos visto hasta ahora nos han mostrado al verdadero Batman.
Las licencias que se han tomado los directores han sido tantas que anteponen la visión del director a la mostrada en los cómics.
Vale, Batman Begins tiene mucho de Año Uno.
Pero también es verdad que manipula como quiere la historia de los cómics, como el detalle de convertir a Ra’s Al-Ghul en el maestro de Bruce Wayne.

Y las referencias de la película El caballero oscuro la leyenda renace a El regreso del caballero oscuro no la salvan de todos sus errores.
Aquí voy a hacer un paréntesis y voy a explicar claramente las diferencias.

En TDKRises vemos a un Bruce Wayne apático, sin motivos para ponerse el traje debido a que la criminalidad se ha reducido al mínimo y a la muerte de Rachel a manos del Joker.
Y su muerte le afectó hasta el punto de retirarse porque “era su única oportunidad de ser normal”
Este es el primer punto importante que marca la diferencia con el cómic.

En TDKReturns Bruce Wayne se ha retirado porque se sentía culpable de la muerte de Robin.
Se sentía culpable por no haber podido salvar a quien estaba bajo su protección, no por haber perdido la oportunidad de formar una familia. Bruce Wayne nunca ha querido ser normal, siempre ha querido lo mismo, luchar contra los criminales.

Luego está la representación del personaje y cómo afecta a la ciudad.
En TDKRises Nolan presenta a Batman como la esperanza de los ciudadanos de Gotham, porque hacen falta héroes como Batman que nos salven. Pero al mismo tiempo manda un mensaje contradictorio con momentos en los que vemos y se nos dice que cualquiera puede ser un héroe.
Cosa que no es cierta por otro lado, porque los héroes tienen más capacidad y responsabilidad que cualquier persona normal, por eso son héroes.

En cierto modo era la misma perspectiva de TDKReturns, pero con grandes diferencias.
Para empezar la prioridad del departamento de policía era capturar a Batman, vivo o muerto, ya que era considerado un criminal. Por lo que le ponen las cosas difíciles y en ocasiones le impiden cumplir con su misión.
Esto no ocurría en La leyenda renace, donde los policías quedaban oportunamente fuera de juego hasta el final de la película.
Pero lo bueno es que la población no lo ve como u n héroe, sólo unos pocos lo defienden y lo ven como un justiciero, y eso hace que lo de Batman quede mucho más heróico, porque ya no se enfrenta sólo a la delincuencia sino también a la policía y al rechazo de la población.

También vemos que algunos victimizan a los villanos como el Joker o Dos caras, los vemos frivolizar con el Joker entrevistándolo en un programa de televisión. Una crítica a la fama y popularidad que consiguen muchos asesinos en Estados unidos.
Vemos como tratan a Harvey Dent como si se hubiera rehabilitado de alguna adicción y no como un peligroso criminal.

Y está también la parte fundamental. El renacer.
En TDKRises se refleja entre la salida de la cárcel, la pelea en la que Batman cae en la trampa de Bane y este le rompe la espalda, y  mucho más tarde en la lucha final en la que Batman rompe la máscara de Bane y este se distrae dándole a Batman la oportunidad de “vencerle”.
Y digo “vencerle” porque segundos después Bane está encañonando a Batman con una escopeta. Por lo que la victoria es relativa.
Por cierto, sobre la cárcel tengo que decir que eso de que ver la salida era más desesperante es mentira, lo que desespera es la sensación de que no hay salida y la claustrofobia que crea.
Ver la salida en realidad te da esperanza de poder salir, no te la quita.
Si ver la salida y no poder alcanzarla fuera una tortura tan jodida fijo que la estarían usando en Guantánamo.

En la esquina contraria tenemos TDKReturns.
Con Batman enfrentándose al líder de los mutantes y recibiendo una paliza casi mortal.
La diferencia es que Batman recibe la paliza por exceso de confianza, por enfrentarse a un enemigo más joven, fuerte y rápido que él.

Pero en el segundo enfrentamiento se aprecia una evolución real.
Batman ya no intenta ser más fuerte, sino que usa la inteligencia y su experiencia contra un enemigo que sólo tiene músculo.
Lo vemos cuando elije un barrizal para la pelea para ralentizar sus movimientos, cuando le hace un corte sangrante en la frente para cegarlo, cuando un golpe en el deltoides le inmoviliza el brazo izquierdo.

-No lo entiendes chico… esto no es un barrizal. Es una mesa de operaciones. Y yo soy el cirujano.

Entonces es cuando le pega una paliza brutal al líder de los mutantes, una paliza de mandarlo al hospital durante meses.

-Algo me dice que pare con la pierna. No le presto atención.

No sólo vence y humilla al líder de los mutantes sino que además desarma toda la banda al mismo tiempo.


Hay otro momento que es la jubilación de TDKRises y la “jubilación” de TDKReturns.

En la primera Bruce Wayne se iba a Italia con Selina Kyle, se retiraba definitivamente dejando Gotham en manos de un policía sin la experiencia ni el entrenamiento necesario para defenderla.

En la segunda Bruce Wayne se esconde en una cueva con la nueva Robin, Oliver Queen y un pequeño ejercito formado por los hijos de Batman.
No abandona su ciudad, sino que continúa protegiéndola desde la sombra, guiando a los hombres que tomarán el relevo.


Sobre esto hay algunos que dicen que no importa, que es una versión, otra forma de verlo igualmente buena.Y que lo que funciona en el cómic no tiene por qué funcionar en el cine.
Yo no lo veo así.
Creo que en los cómics hay material muy bueno, lo suficiente como para adaptarlo literalmente, o casi, sin que pierda su calidad. Si Zack Snyder pudo hacer que una adaptación fiel de Watchmen fuera también una buena película, sin duda se podrá hacer lo mismo con Batman.
Hay varios ejemplos que apoyan esta afirmación además de Watchmen.
La película animada de El regreso del caballero oscuro.
Batman año uno
Sin City de Robert Rodriguez
Y cinco películas de Corto Maltés que calcan los cómics.

Lo que Nolan no ha llegado a captar del Batman de Frank Miller es su lado salvaje,
Y antes de que alguien diga nada, hablar con voz ronca no es ser salvaje, pegar cuatro hostias (a unos inútiles que se caen solos) no es ser salvaje.
Salvaje es el Batman que disfruta mientras aterroriza a los criminales y oye sus gritos de pánico.
Es el Batman que enseña a los criminales el significado de la palabra “dolor”.
Es cuando tiene agarrado a un delincuente y ves que le gustaría arrancarle la cabeza, y sabes que podría hacerlo sin mucho esfuerzo, pero no lo hace porque es la línea que lo separa de los criminales.
Ese es un Batman salvaje.

Nolan convierte a Batman en una fuente de inspiración para mejorar las cosas, una esperanza para una ciudad que la ha perdido, y presenta a los ciudadanos como indefensas victimas del crimen y la corrupción.
Es una visión grandilocuente y simplista, por muy oscura y adulta que pretenda ser.

Es el aspecto en el que más difiere la visión de Miller.
Su Gotham es una ciudad corrupta y llena de criminales, pero no está dividida entre victimas y verdugos. A través de los testimonios de los ciudadanos nos enseña una sociedad con muchos más matices.
Vemos a los ciudadanos que ven Batman como un justiciero que hace lo que la policía no puede, pero también vemos a los que lo consideran responsable de crear los villanos a los que persigue.
Es una ciudad que ya ha aceptado la corrupción y el crimen como parte de su ser y que no intenta cambiar.
En mitad de todo ese caos Frank Miller introduce al Batman más violento y salvaje, el que impone el orden por la fuerza. No intenta inspirar a nadie, ni siquiera intenta justificar lo que hace, él hace lo que hay que hacer. Hace lo que es necesario.
Y eso es lo que lo convierte en un héroe.


Incluso cuando el presidente manda a Superman a pararle los pies.
Es un momento épico, pero no sólo por la lucha entre Batman y Superman, también porque en ese momento Batman demuestra hasta donde llega su determinación, demuestra su rabia contra los que intentan esconder la suciedad bajo la alfombra. Su rabia contra los que no hacen nada y prefieren ignorar el crimen y la decadencia de su ciudad.

¿Qué quiero decir con toda esta parrafada?
Algo muy simple. Que Frank Miller tiene razón.
Ninguno es Batman. Ninguno es SU Batman, ni siquiera tienen el mismo espíritu.
Por lo que su comentario tiene todo el fundamento del mundo, más teniendo en cuenta que las últimas películas toman su Batman como referencia.


Puede que Frank Miller no entienda de cine, pero nadie puede negar que entiende de Batman.

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