martes, 25 de marzo de 2014

La Montaña Sagrada

A ver como abordamos esto.

En este tipo de películas me gusta leer las críticas positivas para intentar comprenderla, y este caso he visto que en su mayoría  lo que elogian es su surrealismo y el significado de sus bizarras metáforas, pero no su talento tras la cámara.
El principal problema que le veo a The Holy Mountain es que es solo es una sucesión de surrealismo tras surrealismo sin dar tiempo a que se forme una trama ni personajes. Seguro que cada una de las escenas de la película tendrá una razón de ser y una explicación, y si las juntamos probablemente tengamos algo parecido a una historia, pero solo algo parecido,  porque aquí no hay una trama real.

















Esto me lleva al mejor ejemplo de surrealismo que se me ocurre, David Lynch, el suyo es un surrealismo controlado, que fluye con naturalidad pero al mismo tiempo por donde manda el director, y lo más importante, teniendo claro que es una película y los requisitos que tiene que cumplir como tal.
Lych escribe una historia, una historia que se desarrolla, con personajes que evolucionan y con emociones, y a continuación salpica de surrealismo escenas cotidianas que podrían ser de cualquier película salvo por los detalles propios de Lych.

Hablando con un amigo sobre David Lych, Alan Moore y este tipo de guionistas mi colega comentó algo interesante.
No recuerdo las palabras pero básicamente dijo que si quieres romper las reglas primero tienes que ser el mejor cumpliéndolas.
Ese es el problema de Jodorowsky, ha entrado a saco en el surrealismo del cine, no ya sin dominar el medio sino sin conocerlo siquiera.
Simplemente expone metáforas surrealistas una detrás de otra, pecando además de falta de imaginación cuando se trata de usar la cámara, su forma de rodar es pura simplificación, no hace uso de ninguna de las herramientas que ofrece el cine para transmitir sensaciones o ideas a través de los encuadres o acompañando una imagen de la música adecuada.
Su forma de rodar es casi documental, de hecho he visto documentales más cinematográficos gracias a un buen uso de planos y a  montaje.
 
No es la imagen más desagradable de The Holy Mountain












Un detalle que no he mencionado es la perspectiva puramente intelectual de Alejandro Jodorowsky, tan falta de emoción y deshumanizada que resulta más desagradable que las propias imágenes.
Es posible que esta sea la intención del director y que precisamente esté criticando la frivolidad de la sociedad, también es posible que sea todo lo contrario, con este tipo de experimentos nunca se está seguro del todo.
Pero aunque su intención sea la crítica, de la sociedad, la religión o lo que sea, una crítica por sí sola no vale nada si no viene acompañada de una sólida argumentación.
Yo podría coger una copia en dvd de The Holy Mountain y ponerla entre un montón de estiércol a modo de crítica en lugar de currarme este comentario, pero eso no solo no vale nada, sino que ni siquiera sirve como crítica ya que quien lo vea no le verá el fundamento a ese acto.













Nada de esto le ocurre a Jodorowsky en los cómics, probablemente porque en ellos solo ejerce de guionista. En sus trabajos con Moebius o Manara Jodorowsky sabe mantener la historia centrada, con sus paranoias y sus rarezas, pero siempre con sentido y lógica, sin limitarse al surrealismo.

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